Lo que dicen las distancias interestelares:
¿Tienes un penny en tu bolsillo en este momento? Sí, esa monedita pequeña de cobre de a un centavo de dólar. Si no estás en una nación dolarizada es muy probable que exista en tu país una monedita parecida de aproximadamente 2 cms de diámetro. Sostenla en la palma de tu mano. Imagina ahora que la órbita de Neptuno, el planeta más externo, es de la misma medida que la moneda, es decir tienes el sistema solar a escala de un penny. Cada planeta e incluso el mismo Sol son microscópicos ¿A qué distancia, en esa escala, estaría la estrella más cercana al sol?
Esa estrella es Próxima Centauri, que realmente se encuentra a 4.37 años luz, es decir la luz tarda 4.37 años en llegar del Sol hacia esa estrella. Para hacer corresponder la escala, deberás ahora imaginarte que estás en un estadio de futbol. Estás en las graderías justo detrás de una de las porterías y tienes tu moneda en la palma de la mano. ¿A qué distancia, en esa escala, estaría Próxima Centauri de nuestro sistema solar?
Próxima Centauri estaría en el bolsillo de otro aficionado detrás de la otra portería! Esa es la escala del espacio interestelar. En caso que Próxima Centauri tuviera planetas orbitándola, es de esperar que su sistema fuese como otra monedita ¿por qué? Bueno, el sistema estelar más grande hasta ahora descubierto es el de la estrella 1RXS1609, el cual vendría a ser como del tamaño de un CD en nuestra escala del estadio. Puede ser que existan y se descubra sistemas estelares más grandes, pero difícilmente estos llegarán a ser del tamaño de una pizza. Nunca podría el planeta más externo de Próxima Centauri llegar a las cercanías de la otra portería, digo del Sol.
Esa estrella es Próxima Centauri, que realmente se encuentra a 4.37 años luz, es decir la luz tarda 4.37 años en llegar del Sol hacia esa estrella. Para hacer corresponder la escala, deberás ahora imaginarte que estás en un estadio de futbol. Estás en las graderías justo detrás de una de las porterías y tienes tu moneda en la palma de la mano. ¿A qué distancia, en esa escala, estaría Próxima Centauri de nuestro sistema solar?
Próxima Centauri estaría en el bolsillo de otro aficionado detrás de la otra portería! Esa es la escala del espacio interestelar. En caso que Próxima Centauri tuviera planetas orbitándola, es de esperar que su sistema fuese como otra monedita ¿por qué? Bueno, el sistema estelar más grande hasta ahora descubierto es el de la estrella 1RXS1609, el cual vendría a ser como del tamaño de un CD en nuestra escala del estadio. Puede ser que existan y se descubra sistemas estelares más grandes, pero difícilmente estos llegarán a ser del tamaño de una pizza. Nunca podría el planeta más externo de Próxima Centauri llegar a las cercanías de la otra portería, digo del Sol.
Además, un objeto tan masivo y con órbita tan amplia, se hubiese convertido también en estrella al tener mucho material que barrer en su amplísima órbita.
¿Qué tal si nos contra argumentan que Tylo no es Próxima Centauri (ni sus compañeras Alfa y Beta) sino otra estrella? Eso es aún peor para el mito porque el resto de estrellas están fuera del estadio, fuera de la ciudad, del país, etc.
Resulta que el buen Johannes no se exprimió el cerebro en balde y pudo determinar la fórmula que unívocamente relaciona período, radio y masa involucrados en una órbita: la Tercera Ley del Movimiento Planetario.
Su fórmula es
Donde p es el período, es decir el tiempo que tarda un planeta en dar una vuelta completa; r es el radio (o semieje mayor) de la órbita; M es la masa del objeto alrededor del cual se realiza la órbita; y G es la constante gravitacional (6.67e-11 N-m2/Kg2 ).
Donde p es el período, es decir el tiempo que tarda un planeta en dar una vuelta completa; r es el radio (o semieje mayor) de la órbita; M es la masa del objeto alrededor del cual se realiza la órbita; y G es la constante gravitacional (6.67e-11 N-m2/Kg2 ).
Supongamos que Tylo es Alfa Centauri y encontremos cuál sería el período de Hercólubus. Entonces conocemos M = 2.13 masas solares = 4e30 kg (un 4 seguido de 30 ceros); conocemos también r = 4.37 años-luz = 4.134e16 m; G y π son constantes conocidas. La incógnita es p, por tanto la despejamos, sustituimos valores, calculamos y obtenemos el resultado:
p = 3.25758e15 segundos = 103.3 millones de años !!!
Hercólubus le daría una vuelta a Alfa Centauri (Tylo) cada 103.3 millones de años, no cada 13,000.
Si los proponentes del Planeta Rojo escogen otra estrella distinta de Alfa Centauri, entonces el período resultaría mayor, y peor la situación para el mito.
Podrían también argumentar que Tylo no es ninguna de las estrellas de la base de datos que todas las sociedades astronómicas comparten, que “se está ocultando su existencia” por una tremenda conspiración que incluiría tenerle tapada la boca a los millones de astrónomos amateur a todo lo ancho del globo, incluido mi vecino.
Entonces démosle vuelta a la fórmula. Conocido p = 13,000 años, suponiendo que M es parecida a la masa del Sol (1.9e30 kg), y dejando como incógnita r para averiguar a qué distancia debería de estar la misteriosa estrella. Despejamos de nuevo, sustituimos valores, calculamos y el resultado es:
r = 3 días-luz !!!
Tylo debería estar en una moneda en mi otro bolsillo!!! Tendríamos dos soles en el horizonte orbitándose mutuamente en un sistema binario (casi como en el planeta Tatooine de Luke Skywalker). Los astrónomos del mundo estarían conspirando para ocultar la existencia de la estrella más visible del firmamento!
Estos son cálculos que cualquier estudiante de Física en primer año de la universidad (o incluso de bachillerato) puede fácilmente hacer. Pero eso no se le ocurrió a Samael Aun Weor para construir su fraude. ¿No se le ocurrió consultar un libro básico de física? ¿Qué tal leer algo sobre astronomía para hacerse idea de las dimensiones y distancias estelares? ¿O es que en realidad sabía que tampoco sus seguidores se tomarían la molestia de hacerlo? Al parecer, recurrir a la “conspiración de científicos ocultando información” es más convincente que la consistencia matemática.
De lo que no se puede acusar a Weor y a Rabolú es de ser perdedores, su mito ha ido más lejos de lo que hubiese merecido.
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